Siempre que en la ficción aparece un reactor nuclear se asocia con un verde radiactivo. Quizá la sombra de Los Simpson es demasiado larga, pero pensar en una barra verde brillante cuando se habla de energía nuclear es casi automático. Y bueno, lo del brillo lo podemos comprar, pero los reactores nucleares no son verdes sino azules. De eso va, precisamente, mi nueva canción: del azul de la energía nuclear.
Te presento a la radiación Cherenkov. Esta radiación electromagnética es bastante especial porque se produce cuando ocurre lo imposible: que unas partículas viajen más rápido que la luz. Claro que hay trampa y cartón, la luz viaja a c (los famosos 300.000 km/s) por el vacío, pero en otro medio lo hará más lento. Unos 0.75c en el agua, más o menos. En estas condiciones es posible que las partículas se muevan a una velocidad superior, y si están cargadas, y el medio es dieléctrico, ocurre la magia: aparece un brillo azul. Este descubrimiento, y otros relacionados, le valieron a Pável Cherenkov el Premio Nobel de Física en 1958.
Un físico ruso/soviético, un fenómeno energético, altas velocidades… Azul y en botella, a esto le pega un poco de hardbass ruso. Así que he sacado Черенковская синь, traducido como Cherenkov blue, una oda fiestera a la radiación Cherenkov y ya de paso, a los avances científicos soviéticos.
Para este vídeo he contado con la enorme participación de mis amigüitos Alva, Ana, Ángela, Dexter, Echan, Irene, Iszo, Kony, Leia, Mephistofiles, Nando, Yas y Yuka. большое спасибо!
